Uno de los secretos del meal prep es empezar con preparaciones versátiles que se adapten a varios platos. Una salsa de tomate hecha con puré Pomì, cebolla, ajo y aceite de oliva virgen extra se convierte en el corazón de distintas recetas para toda la semana. Un día puede acompañar arroz integral con verduras a la parrilla, otro día enriquecer una pasta al horno o unas albóndigas vegetales. ¿La ventaja? Cocinas una sola vez, pero comes de manera variada y sin aburrirte.
Conservar bien para comer mejor
Planificar las comidas con antelación también significa aprender a conservar los alimentos correctamente. Los platos a base de tomate se conservan bien en el frigorífico durante 3–4 días, o se pueden congelar en porciones individuales, listas para descongelar cuando haga falta. Lo importante es usar recipientes herméticos y marcar las fechas para una gestión óptima.
Tres recetas Pomì perfectas para el meal prep
Para una semana de sabores auténticos, aquí tres ideas de partida. El ragú vegetariano es perfecto para acompañar pasta, arroz o polenta y se conserva muy bien. La pasta al horno con tomate y mozzarella es un plato reconfortante que se puede preparar en bandeja y dividir fácilmente en porciones. Finalmente, las tortitas de quinoa son ideales incluso frías, para llevar a la oficina o en excursiones.
Rutina más sencilla, sabores siempre nuevos
El meal prep no es solo un método para ahorrar tiempo, sino también una forma de comer mejor, con platos pensados de antemano y equilibrados. Con el puré de tomate Pomì, es fácil dar un toque de auténtico sabor italiano a la rutina semanal, transformando cada comida en un momento de placer consciente.