BLOODY MARY: HISTORIA Y RECETA PARA LA MEJOR PREPARACIÓN

El Bloody Mary nació en los míticos "años rugientes", al menos según una de las teorías. Su paternidad se le atribuye a Fernand Petiot, barman del Harry's Bar de París, quizás inspirado por alguno de los muchos estadounidenses que abarrotaban el bar.

La primera receta: mitad de vodka, mitad de zumo de tomate y especias. ¡Sobre la fecha no hay dudas! El zumo de tomate en frasco llegó a París recién en 1926.

Petiot perfeccionó la receta en Nueva York (¡cada vez más especiada!), más precisamente, en el King Cole Room del hotel St. Regis. Allí sirvió Bloody Marys a personajes históricos, desde los presidentes de Estados Unidos (excepto Lyndon B. Johnson), hasta el "primer ministro del hampa" Frank Costello, según una entrevista concedida por el propio Petiot en los años sesenta.

Según otra teoría, Petiot "heredó" la receta de la estrella de Broadway George Jessel.
La ubicación sigue siendo el King Cole Room, donde - a fines de los años treinta - se servían hasta ciento cincuenta Bloody Marys al día. El cóctel alcanzó el éxito en 1939, gracias a la sensacionalista columna de Lucius Beebe ('This New York') en el New York Herald Tribune.

En esos años, el Bloody Mary se agitaba así: 6 cl de vodka (dos onzas), 6 cl de zumo de tomate, salsa Worcestershire, salsa de rábano (a la espera del tabasco), sal, pimienta negra, pimienta de cayena, un chorrito de limón y hielo picado. Durante los años de prohibición, la ginebra ocupó, sólo temporalmente, el lugar del vodka.

Las tesis sobre el nombre del cóctel se multiplican, a veces con tintes macabros.

Según la más acreditada, está dedicada a María I Tudor, Reina de Inglaterra, conocida como "María, la sanguinaria" por haber ejecutado a opositores al reino.
 

¡Bloody Mary en la pantalla!

Es el cóctel preferido de Olivia Jefferson, la madre de George en la sitcom estadounidense “The Jeffersons” (’70-’80). La simpática y gruñona Mamma Olivia justifica su asiduo consumo de Bloody Mary diciendo que es “por las vitaminas!”.

Diane Keaton, Goldie Hawn y Bette Midler lo beben para desayunar en "El club de las primeras esposas" (1996), de Hugh Wilson. Y, efectivamente, parece ser una maravilla como 'cóctel del día después' contra la resaca, porque el tomate ayuda al metabolismo a eliminar el alcohol.

Richie Tenebaum, cuyo verdadero nombre era Luke Wilson, lo prefiere en la tienda de campaña de la película de Wes Anderson “The Royal Tenenbaums” (2001), para consolar sus penas de amor por su hermanastra Margot (Gwyneth Paltrow). Es un remedio para cualquier cosa para la protagonista de la novela “El diario de Bridget Jones”, de Helen Fielding, que inspiró la comedia homónima dirigida por Sharon Maguire (2001).

Lo prefiere poco especiado Rowan Sebastian Atkinson en el papel de “Johnny English”, en la película homónima dirigida por Peter Howitt (2003). ¡Y no sabe lo que se pierde! Mientras que el agente Steve Forrest, alias Bud Spencer, en “Miami supercops” tiene un lapsus freudiano y ¡le llama 'Rubia Mary'!
 

Bloody Mary by yourself

La historia de este aperitivo es compleja y fascinante, tanto que puedes perderte en ella... Lo llames como lo llames, creas en la historia que creas, puedes estar seguro de que el Bloody Mary es uno de los cócteles más vigorizantes y energéticos de la carta del barman.

Ahora sólo te queda entrenar tu creatividad y poner a punto tu propia receta ¡probando la nuestra! Nos gustaría tentarte con esta versión de Bloody Mary reinterpretada con sifón.